Ideas centrales y creencias.
A través de relaciones personales, conferencias y retiros, recursos escritos y en línea, consultas a las iglesias y otros medios, Renovaré modela las siguientes ideas centrales:
Vida con Dios
El objetivo de Dios en la historia es la creación de una comunidad inclusiva de personas amorosas con Dios mismo en el centro de esta comunidad como el principal Sustentador y más glorioso habitante.
La disponibilidad del Reino de Dios
Podemos experimentar una vida genuina y sustantiva en el Reino de Dios a través de Jesucristo, empezando ahora y continuando por toda la eternidad.
La necesidad de la Gracia.
Dependemos completamente de Jesucristo, nuestro siempre vivo Salvador, Maestro, Señor y Amigo para una transformación espiritual genuina.
Los medios de la Gracia.
Entre la variedad de maneras que Dios nos ha dado para que estemos abiertos a su Gracia transformadora, reconocemos la crucial importancia de las prácticas y disciplinas espirituales intencionales (como la oración, el servicio o el ayuno).
Una visión equilibrada de la vida en Cristo
Buscamos abrazar la vida abundante de Jesus en toda su plenitud: contemplativa, santa, carismática, con justicia social, evangélica y encarnacional.
Una estrategia práctica para la formación espiritual.
Alentamos la creación de grupos de formación espiritual y otras formas de amistad espiritual como bases sólidas para el apoyo mutuo y el crecimiento.
La centralidad de las Escrituras
Nos sumergimos en la Biblia: es la gran revelación de los propósitos de Dios en la historia, una guía segura para crecer en la semejanza en Cristo, y un recurso abundante para nuestra formación espiritual.
El valor de la tradición cristiana.
Estamos comprometidos con la histórica “Gran Conversación” sobre la formación espiritual desarrollada a partir de las Escrituras por los escritos espirituales clásicos de la iglesia.
Lo que creemos
Renovaré se encuentra dentro de la ortodoxia cristiana histórica y afirma los credos de los Apóstoles y de Nicea.
El Credo de los Apóstoles
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde ahí vendrá a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos , el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amen.
