James Henderson
Vivir en una comunidad honesta no es fácil y el grupo de alma se parece mucho cuando te caes de tu bicicleta. Te rasgas tu rodilla y te pones a llorar. Al menos así es como se puede sentir un claro.
Así es como me sentí recientemente cuando dos amigos hicieron claros consecutivos conmigo. Aterrizan el claro con precisión, y se siente como si me rasga la rodilla y quiero llorar. Para la mayoría de nosotros, cuando estamos en el círculo mirando a los ojos de los otros hombres, cuando escuchamos “No estoy claro”, y alguien dice: “No estoy claro contigo”, nuestra primera reacción es: “Chin; no manches.” Y al menos mi primera reacción de pensamiento es” Déjame en paz; hoy no es el día adecuado para esto.” Sin embargo, por lo general, mi segundo pensamiento es:” Ok, estoy ciego. Este hombre tiene un regalo para mí y eso es para ayudarme a verme a mí mismo con mayor claridad.”
En primer lugar, el regalo del claro es que el hombre que está aclarando con nosotros nos está ayudando a crecer en nuestra auto-conciencia. Es un gran regalo que nos damos unos a otros como amigos. Lo que me llevo de mis dos claros recientes es que sirven para confirmar lo que he estado aprendiendo en general en mi única cosa. Es decir, mi deseo de sentirme importante es un sustituto vacío de vivir mi misión. Creo que esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de la misión de sombra. El regalo escondido dentro de los juicios de mis amigos me ha ayudado a ver mi trabajo más profundo con mayor claridad: “Tu eres un falso. Eres egoísta. Te comunicas mal a tus amigos. Solo te comunicas con tus amigos cuando sirve a tu agenda egoísta, a tu agenda de importancia personal.” En otras palabras, “cuando sirve a tu misión de sombra.”
El segundo regalo dentro de un buen claro es que nos ayuda a ver dónde estamos “fuera de misión.” Una vez más, para poner mis últimos claros como ejemplo, el regalo principal que traigo al reino es la exhortación / el ánimo. Cuando le presto atención a un amigo, lo veo bien y lo llamo por su nombre, sé y siento que estoy viviendo el “punto dulce” de mí misión.
Lo opuesto a eso es cuando vivo fuera de la misión de sombra, mis juicios o mi distancia desanima a mis amigos. Para decirlo bíblicamente, cuando estoy “fuera de misión,” mi “ojo es egoísta,” no “generoso.” (Mateo 6.22) Y expresamente, me estoy que estoy perdiendo la oportunidad diaria de vivir mi verdadera misión, que es “para estar en el mundo para ayudar a otros a sentirse amados por Dios.” Si estoy abierto a ello, el claro me recuerda eso, y los juicios de mis amigos crean la oportunidad de aprendizaje para volver a mi misión pura, incluso ayudándome crecer en el autoconocimiento.
Por eso creo que los claros son tan valiosos. Ellos nutren la auto-conciencia y revelan la misión de sombra. Construyen una confianza más profunda en nuestras comunidades. Nos dan la oportunidad de recalibrar nuestra verdadera misión.
Así que la próxima vez que escuches a un hombre decir: “No estoy claro,” y es contigo, comprensiblemente tu primera reacción podría ser, “Chin, no manches.” Y pensándolo bien, podrías intentar pensar: “Gracias, estoy listo.”