¿Porque?

Carlos Preciado

Me encontraba dentro del salón para varones a donde suelo ir a orar, meditar y leer un poco de la palabra de Dios.  Voy de una a tres de la tarde cuando sé que no hay personas para tener un tiempo más privado.  El salón tiene un sensor de movimiento que prende la luz cuando alguien entra al cuarto, pero después de un tiempo; si no hay movimiento la luz se apaga.  Eso evita que se desperdicie la electricidad y se ahorre dinero cuando no está en uso.

 

Estaba leyendo el relato de las bodas de Cana y me detuve en el renglón a dónde mencionaba que se había acabado el vino. 

“Al día siguiente, se celebró una boda en la aldea de Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba presente, y también fueron invitados a la fiesta Jesús y sus discípulos. Durante la celebración, se acabó el vino, entonces la madre de Jesús le dijo: —Se quedaron sin vino.”

Juan 2:1-3

Me preguntaba cuál era el significado de eso, mas allá de lo que podía leer.  Si tan solo hubiera un judío que supiera la respuesta al cual le pudiera preguntar.

 

Minutos más tarde se abrió la puerta del salón, y entro un hombre ya mayor extrañado de verme sentado en la obscuridad y movió su mano de arriba a abajo frente al sensor al mismo tiempo que decía estas palabras, “que sea la luz” y la luz se prendió.

 

Después se sentó al lado mío y aproveché y le dije “Ya que estas citando la escritura, me gustaría preguntarte algo si me lo permites, pues creo que tú eres el que tienes la respuesta; ¿qué tan importante es el vino para el judío hoy?”.

 

¿porque quieres saber?”, me preguntó.  Le comente que era estudiante de la escritura no solo del Antiguo Testamento como yo lo conocía, sino del nuevo también.  A lo que me contestó “qué bueno que estés estudiando la escritura, todos necesitamos algo en que creer.

 

Veras yo tengo 95 años y soy el único sobreviviente de mi familia en el lado de mi mama y mi papa del holocausto.  Los Nazis mataron a mi familia incluyendo a mis hermanos junto con cientos, y miles y millones de otras personas.  He enseñado a mis hijos, mis nietos y bisnietos a creer en el Dios de la Biblia, porque pienso que uno en esta vida tiene que creer en algo o en alguien, pero yo mismo no me he podido responder esta pregunta en toda mi vida ¿porque?.  Mi familia que era tan religiosa, niños, mujeres, murieron en manos de hombres pero yo sobreviví al holocausto haciéndome pasar por alemán católico con papeles falsos, asumí una identidad que no era la mía.  Me sentía como un impostor asistiendo a misa todos los días, teniendo que confesarle mis pecados a otro hombre y todo para poder sobre vivir. 

 

Pero me hiciste una pregunta acerca del vino y estamos a dos semanas para celebrar Pesach o Pascua.  En la cena tenemos cuatro copas de vino, y hacemos una oración en cada una de ellas agradeciendo por la libertad, por la cosecha, por el gozo y la última es Nirtza qué simboliza que el vino se acabó, pero esperamos tomarlo de nuevo en Jerusalén cuando venga el Mesías en el nuevo reino.  Cada cosa que hacemos tiene su significado y hacemos oraciones antes de la comida dando gracias a Dios por su provisión y al final también.  Antes de comer lavamos nuestras manos con agua que ya está lista previamente para este propósito.

 

El vino entonces es celebración, esperanza y gozo.  Le pregunte ¿cómo te llamas?, y me dijo Maurry Chandler.  Maurry, entonces ¿tú no crees en Dios ya?  No pretendo tener la respuesta al porqué del holocausto a no ser que vea al ser humano con capacidad de hacer el bien y el mal.  En ese caso la maldad fue mucha, pero veo la bondad de Dios al mantenerte a ti vivo y usarte para que fueras el instrumento o la semilla para la próxima o próximas generaciones.  Me gusta ver lo positivo en todo.  Y tú has sido una bendición para mí, porque me has iluminado en lo que significa el vino para el judío.

 

Maurry me pregunto que si sabía lo que Caín le había contestado a Dios cuando le había preguntado por su hermano después de matarle, y me dijo “¿Acaso yo soy guarda de mi hermano?”.  Creo que eso es lo que está mal que pensamos que podemos vivir la vida sin importarnos cómo la viven los demás.  Me gusta ver las películas de la mafia italiana como muestran un gran amor en sus fiestas religiosas, pero después de terminarse la fiesta; mandan a matar a alguien.  Te amo me dijo.  Quizás no encuentre el porqué de mi pregunta, pero me ha gustado tener esta conversación contigo hoy.

 

“Cerca de allí había seis tinajas de piedra, que se usaban para el lavado ceremonial de los judíos. Cada tinaja tenía una capacidad de entre setenta y cinco a ciento trece litros. Jesús les dijo a los sirvientes: «Llenen las tinajas con agua». Una vez que las tinajas estuvieron llenas, les dijo: «Ahora saquen un poco y llévenselo al maestro de ceremonias». Así que los sirvientes siguieron sus indicaciones. Cuando el maestro de ceremonias probó el agua que ahora era vino, sin saber de dónde provenía (aunque, por supuesto, los sirvientes sí lo sabían), mandó a llamar al novio. «Un anfitrión siempre sirve el mejor vino primero —le dijo—, y una vez que todos han bebido bastante, comienza a ofrecer el vino más barato. ¡Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora!». Esta señal milagrosa en Caná de Galilea marcó la primera vez que Jesús reveló su gloria. Y sus discípulos creyeron en él.”

Juan 2:6-11

 

Entonces, ¿porque era importante que el vino se hubiera acabado?, porque era la oportunidad de que Jesús hiciera vino nuevo, y al hacerlo no solo dejaba claro quién era, sino para que había venido.  Para limpiarnos de nuestros pecados, para celebrar con nosotros, para darnos una nueva esperanza y un gozo eterno en el reino de su Padre.  El vino a iluminar nuestro camino para que no andemos más en la obscuridad.