Este desafío nos invita a poner nuestras mentes y espíritus donde están nuestros cuerpos, plenamente en el presente. Para lograr los dos últimos desafíos, debemos abordar el primero:

  1. Estar plenamente presente. Esté disponible y no realice múltiples tareas. Presta atención a las personas con las que estás e invierte donde estás (que incluye clases y capilla). Al hacer esto, estaremos equipados para hacer de manera efectiva lo siguiente:
  2. Utilice un lenguaje sencillo. No pongas excusas. Pide disculpas sin explicación cuando te equivoques. No intentes glorificarte con tus palabras. Di gracias cuando te feliciten y nada más.
  3. Enfatice las características positivas de los demás. Practique la gratitud por otras personas con diligencia extra. Habla bien de las personas a sus espaldas y comparte buenas historias sobre ellas en lugar de chismes. Asegúrate de hacer esto con tus amigos y tus enemigos.

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