Este desafío se enfoca en caminar con Dios cada día, cada hora, cada minuto. Dios está presente; lo único que varía es el grado en que somos conscientes de su presencia. Esperamos que este desafío amplíe nuestra conciencia de su presencia durante las próximas dos semanas.

  1. Ora la oración del pacto de Wesley cada mañana: “Ya no soy mío, sino tuyo. Ponme en lo que quieras, clasifícame con quien quieras; ponme a hacer, ponme a sufrir. Déjame ser empleado por ti o dejado de lado por ti, capacitado para ti o humillado por ti. Déjame estar lleno, déjame estar vacío. Déjame tener todas las cosas, déjame tener nada. Libre y de todo corazón entrego todas las cosas a tu placer y disposición. Y ahora, oh glorioso y bendito Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tú eres mío y yo soy tuyo. Que así sea. Y el pacto que hice en la tierra, sea ratificado en los cielos. Amén.”
  2. Toma un minuto cinco veces al día para reconocer la presencia de Dios y volver a enfocarte en Él. Si deseas tener éxito con esto, puedes considerar configurar recordatorios en tu teléfono.

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