J. Omar Palafox

La Sexualidad es un tema que por muchos años se ha polarizado e ignorado en la iglesia. Pero desde el Cantar de los Cantares Dios nos demuestra lo sexual que es nuestra vida libre en su gracia. Es importante notar que el sexo solo es uno de muchos temas que salen dentro de la sexualidad. Sexualidad es observar lo bello de la vida, lo hermoso de los otros seres humanos y animales – incluyendo a toda capacidad creativa que tenemos para celebrar los cinco sentidos dados por Dios en nuestros cuerpos. Somos creados a la imagen del Creador (Génesis 1:26-27) y encontrar la presencia de Jesús y su espíritu en estos momentos de gozo, deleite, y satisfacción es bendición.  

Para empezar, me gustaría que te imagines un banco de tres patas. En este banco necesitas los tres para que el banco funcione como fue diseñado. La sexualidad es como este banco. Cada una de estas patas (o partes) son básicas para poder vivir plenamente como Dios lo diseño. Las partes son la emocional, la física, y la espiritual. Mantén en mente que limpiar tu camino solo se para vivir en plenitud de Dios no para encontrar salvación, puesto que Jesús: “a su debido tiempo, cuando aún éramos débiles, Cristo murió por los pecadores (Romanos 5:6). 

La primera pata es primero lo mas difícil de entender es la parte emocional. Las emociones son complejas. Según algunas teorías, son estados de sentimiento que resultan en cambios físicos y psicológicos que influyen en nuestro comportamiento. En otras palabras, tus emociones y sentimientos son el resultado de muchos cambios que has tenido en tu vida. Tus comportamientos (sexuales también) son producidos por estos sentimientos. En la segunda pata, se encuentra la parte física. La sexualidad es la demostración plena del cuerpo humano. Es por esta razón que tenemos que saber cuidar nuestro cuerpo y su funcionamiento. Cuando se encuentra una enfermedad, problema, o deficiencia tenemos que atenderla. Por último, es el aspecto espiritual como la tercera pata. La parte espiritual es la sección de la vida en donde usamos nuestra fe, esperanza, y creencias con ritos para la sexualidad. Aquí es donde vemos lo que entendemos como la voluntad de Dios. La iglesia define la sexualidad de muchas maneras y estas interpretaciones no son saludables puesto que nos atrofian en la sexualidad.

Como puedes ver, tenemos pecado en la vida sexual y se manifiesta en estas tres partes. Tu trabajo es el de poder limpiar la parte o las partes que tu tengas sucias. Limpia tus emociones, limpia tu cuerpo y limpia tu alma. Limpiamos nuestras emociones primero por aceptarlas y recibirlas en nuestra historia. Siguiente limpiamos nuestro cuerpo cuidando y usando el cuerpo como fue creado para funcionar. Y por último limpiamos nuestra alma con ejercicios de formación espiritual como ayuno, oración, y mas.

Necesitamos ser conscientes de cuánto valor hay en mantener nuestros corazones puros y rectos. “¡Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios!” Mateo 5:8. Ser puro y limpio es vencer todo pecado consciente. El pecado es algo que va en contra de la voluntad de Dios y sus leyes. Cometer pecado es transgredir o desobedecer estas leyes. La lujuria del pecado mora en la naturaleza humana. En otras palabras, está contaminada y motivada por las tendencias pecaminosas que habitan en todas las personas como resultado de la caída en el pecado y la desobediencia en el jardín del Edén. Empieza hoy a notar estas tres partes y límpialos por partes y las tres Dios te puede ayudar. La voluntad de Él es que vivas plenamente sexual.