Este desafío se enfoca en caminar con Dios cada día, cada hora, cada minuto. Dios está presente; lo único que varía es el grado en que somos conscientes de su presencia. Esperamos que este desafío amplíe nuestra conciencia de su presencia durante las próximas dos semanas.
- Ora la oración del pacto de Wesley cada mañana: “Ya no soy mío, sino tuyo. Ponme en lo que quieras, clasifícame con quien quieras; ponme a hacer, ponme a sufrir. Déjame ser empleado por ti o dejado de lado por ti, capacitado para ti o humillado por ti. Déjame estar lleno, déjame estar vacío. Déjame tener todas las cosas, déjame tener nada. Libre y de todo corazón entrego todas las cosas a tu placer y disposición. Y ahora, oh glorioso y bendito Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tú eres mío y yo soy tuyo. Que así sea. Y el pacto que hice en la tierra, sea ratificado en los cielos. Amén.”
- Toma un minuto cinco veces al día para reconocer la presencia de Dios y volver a enfocarte en Él. Si deseas tener éxito con esto, puedes considerar configurar recordatorios en tu teléfono.